Ya que el divo —o mascota— de esta página es nuestro amadísimo —y refriteado— Paulo Coelho, quiero compartirles un ensayo literario que hace añales escribí cuando todavía estudiaba Literaturas Hispánicas; quise ser juguetón con este trabajo, lo cual al profesor que lo revisó se le hizo intento interesante, pero al final, bueno, no tuvo éxito.
Ni modo.
De todas maneras lo disfruté escribiendo.
Ahhh… Qué travieso era.
Advertencie: lo edité un poquito, ya que el original, pues… Eh, bueno… Tenía sus detalles.
¿Acaso es posible que un muchacho como Santiago pueda sobrevivir en un mundo tan ya tergiversado, lleno de tantos ismos y filosóficos canibalismos? Este personaje principal de la novela que reflexiono es un icono de la bastardía que se efectúa en la trama, siendo que este es un joven pastor que está espiritualmente interesado por la lectura, y que por medio de su gusto y creciente curiosidad hacia ella, indirectamente está en una constante búsqueda hacia la definición de su ser y quehacer en la vida.
No obstante, al punto vital que quiero llegar puede ser un poco alienado de la teoría post-colonialista, sin embargo, quiero representar —o alegorizar, si me permiten esta palabreja— a Santiago como a una civilización colonizada, y que este personaje se siente bastardo de su sociedad mientras la lectura y su vida itinerante están formando otro yo el cual también representaría una sociedad post-colonizada. Además, Santiago trata de encontrar un equilibro en su estado espiritual y emocional a lo largo de sus aventuras, lo cual muchos países del tercer mundo intentamos exponer constantemente, nuestra originalidad e independencia hacia nuestros padres coloniales, los europeos o norteamericanos. Así, este es el tema que quiero, más que criticar, reflexionar y dialogarlo por medio del argumento de El alquimista².
Santiago, ya de por sí su nombre dice mucho (Camino de Santiago de Compostela), es un joven que pasa por una etapa liminal y cambia su estatus infantil por el de un hombre, es decir, su verdadero yo, así como dice en la novela el Rey de Salem “la meta en la tierra de todo hombre es su leyenda personal, encontrarla y alcanzarla”³, y de este modo Santiago irá en busca de su verdadero ser, de su leyenda personal. Esta conversión es como pintar la historia de cada civilización en algún momento de su existencia: un día surge como tal por varios eventos y acontecimientos, luego es colonizada por otra civilización y después es segregada de alguna manera para convertirse en post-colonia, pero sigue manteniendo bastos rasgos de su origen y de su colonizador, así que entra en una confusión que después tratará de aclararla –alcanzar su leyenda personal o edificar una identidad propia.
Ahora, después de tanto rollo, empecemos con la historia de el pastorcito, Santiago, que se encuentra con el Rey de Salem, el cual lo comisiona encontrar su leyenda personal —su ser, su ontología— en la vida, influenciándolo a recorrer zonas peligrosas del Mundo Árabe, así para encontrarse a sí mismo. El chico pasa por muchas peripecias, donde se comunica con varios extranjeros, entre ellos El Inglés que le enseña cosas importantes de la alquimia, pero este personaje lo retomaré con suficiente profundidad más adelante, sea porque es muy importante para este trabajo.
Dentro de sus viajes, Santiago adopta costumbres árabes, hasta llegar a dominar el enrevesado idioma árabe, y también aprende a vestirse como árabe; tanta relevancia tienen estos detalles que El Inglés hasta cierto punto de la historia le confunde a Santiago con un nativo de Egipto. Después, Santiago se une a una caravana que se encamina hacia Egipto. Luego, se detienen en un oasis y Santiago de alguna manera llega al agrado de unos reyes que acampan ahí.
Hasta el punto pasado, el personaje principal de la novela ha cambiado en demasía, tanto como sus creencias, su comportamiento y sus costumbres. ¿Qué es lo que hizo este personaje? Adaptarse a otra cultura… ¿O enraizar su ser en una cultura con la cual se sintió muy identificado? O es decir, Santiago se aculturizó, encontró su ser en un posible antepasado genético. Pero también está la influencia de El Inglés que tuvo en él, sean sus platicas y tertulias acerca de literatura —entre algunos literatos se menciona a Oscar Wilde—, y por último establecen una buena amistad porque descubren que los dos están en busca de su leyenda personal; pero este inglés va en búsqueda por conocimientos más claros de la alquimia, mientras Santiago tiene la misión de encontrar “un tesoro”, el cual todavía no tiene ni la menor idea de qué es⁴.
Volviendo a la trama: Santiago conoce a una joven que se llama Fátima, nombre curioso tiene esta mujer —Vírgen de Fátima; nombre propio femenino de origen árabe que significa Única—, y, como es de pensarse, es muy probable que sea musulmana —aunque pueda ser extranjera o una católica entre un millón de musulmanas-—y que tenga un nombre tan usado en España, en catolicismo… Se me hace interesante⁵. El punto es que Santiago se enamora de ella y la Vida le dice con sus misteriosas palabras que ella es la mujer elegida para él, o sea, para casarse.
Más adelante, por medio de otras profecías que Santiago tiene por visiones y entre otras aventuras, él consigue su tesoro al final, pero lo encuentra de regreso a España (…). Por esta circunstancia de la novela —que de hecho se encuentra en el epílogo de ella—, me gustaría citarla por completo para luego plantear una última reflexión de la trama del libro:
-Realmente la vida es generosa con quien vive su Leyenda Personal- pensó el muchacho. Entonces se acordó de que tenía que ir hasta Tarifa, a dar una décima parte de todo aquello a la gitana. -Qué listos que son los gitanos —pensó. Quizá fue porque viajaban tanto. Pero el viento volvió a soplar. Era el levante, el viento que venía de África. No traía el olor del desierto, ni la amenaza de invasión de los moros. Por el contrario, traía un perfume que él conocía bien, y el sonido de un beso que fue llegando despacio, despacio, hasta posarse en sus labios. El muchacho sonrió. Era la primera vez que ella hacía esto. -Ya voy, Fátima- dijo él⁶.
¿Y qué solventa el final, después de desligar de su vida ese sentimiento de bastardía, de encontrarse a sí mismo, de confusión y convulsión ontológica de Santiago? Será… ¿Un nuevo yo? Tal vez se podría metaforizar con… ¿Una nueva sociedad? ¿Una civilización post-colonizada a la cual ya siente un equilibrio en su ser? Esto dicta que Santiago a final de cuentas se encontró con su otro yo por completo —o al menos simbólicamente—, y encuentra su posición como un ente diferente al de un hijo bastardo: se ve como un hombre que va a comenzar un nuevo camino, y este es el de aceptar su pasado y ahora crear un nuevo futuro.
Bueno, después de todo el relato, la pregunta ¿después qué? , o, ¿a qué se quiere llegar con esto? Como en algún punto de este trabajo lo dije —de seguro al principio en alguna nota al pie de página—, toda esta novela traté de alegorizarla y tomarla como pretexto para formular lo siguiente:
Colonizador + Raíz autóctona = Ser colonizado = Ser Post-colonizado
Colonizador + Raíz Autóctona
Ser Post-colonizado + Tiempo/Espacio = Una constante evolución de civilización relativamente pura ∞⁷
Lo que traté de decir fue que en la suma de un colonizador y una civilización autóctona da igual a un ser colonizado. Después, en la suma del colonizador con el de la civilización autóctona, lo divides entre el ser colonizado, el resultado es un ser post-colonizado. Luego, un ser colonizado, dejando que el nuevo espacio/tiempo en el que se encuentra se sume a él, dará igual a una una civilización relativamente pura; pero claro que no es absolutamente pura, ya que ninguna civilización puede ser pura, sea porque alguna vez fue colonizada, o sea porque esta civilización, directa o indirectamente, va a tener influencias de otras civilizaciones. Y, el sigo de ad infinitum (∞), da entender, por un lado, que una civilización siempre estará en constante cambio, y por otro, que siempre será “relativamente pura”; no obstante, si le quitamos este eufemismo, vuelvo a reiterar que una civilización siempre estará contaminada, positiva y negativamente, de otras culturas, economías o eventos y acontecimientos históricos y climáticos.
Lo siguiente, y último, que quiero poner en la mesa es mi punto de vista de cómo deber en ser tratadas las teorías post-coloniales. Pues, empezando que en vez de teorías, yo la tomo como métodos post-coloniales, en los cuales sirven para llevar a otra capacidad de reflexión al lector y crítico, que brindan nuevas perspectivas hacia un texto, así con preguntas como estas:
¿Cuál es el contexto de la obra que se está tratando?
¿Cuál fue la ideología del autor en el tiempo que él escribió tal obra?
¿Qué relación tiene conmigo la obra?
¿Qué influencia de otras ideologías y filosofías contaminan mi interpretación?
¿De algún modo tal contaminación me perjudica o beneficia?
Y muchos etcéteras interrogativos.
Por supuesto, podríamos plantear más y más preguntas, pero para mí éstas han sido las más ligadas a un tema post-colonial. Para concluir, quiero dar mi punto de vista sobre esta teoría. A parte de decir que ésta ha sido una de tantas “teorías del resentimiento”, más que eso, podría dársele mucha importancia al momento de que el lector o crítico se hagan varias cuestiones metódicas y especializadas acerca de la obra; y, también está el punto en que me es venturoso dictar, no obstante ahí les va: sentirse una persona post-colonizada no es meramente un estatus denigrante o de gravedad degradada, no, también puede ser el estado de mezcla, o aculturación, que bien puede ser de mucha utilidad o también puede empeorar las cosas, claro, todo dependiendo del criterio del individuo o colectivo y sus fundamentos. En adición, digo por último que hay influencias de otros países que bien pueden ser buenas o malas, así que hay adoptar las más útiles o requeridas, pero que también en nuestras raíces autóctonas se encuentran rasgos maravillosos o poco placenteros, los cuales también pueden ser de buena utilidad o mala, asimismo no hay que tenerle miedo a ser de alguna manera influenciado por otras culturas, siempre y cuando se autocritíque personalmente el humano para llegar a ser un animal con mejores capacidades, y hasta tal vez llegar al punto de una nueva y mejorada evolución⁸.
¹ Me justifico que esta es más que una simple representación o visión; de hecho es una alegorización de la novela por mi parte, y trataré de hallar qué cuadros de la obra hablan por sí mismos como un retrato post-colonialista, sea para completar este trabajo. Y lo del subtítulo, es tan sólo usar desde un principio la nomenclatura bastardo que a lo largo de esta crítica mencionaré y formaré; también por el aspecto jocoso con el que se relaciona con la película Inglorious Basterds del director y escritor Quentin Tarantino.
² Voy comenzando de esta manera tan explayada esta crítica por mi mero pensamiento de que todo este trabajo es sólo una visión lúdica, pero no juguetona, y reflexiva, con la cual puedo yo plantear mi interpretación o mi concepción de lo que plantean las teorías post-colonialistas.
Siguiendo con la explicación de esta nota, yo quiero idear la solución de una post-colonia, representada como un bastardo, que cree una nueva identidad autóctona y utilizar esta teoría más que sólo una filosofía, una herramienta para auto y metacriticismo, pero también como creadora de nuevas identidades relacionándose con sus colonizadores y sus raíces autóctonas, en vez de sólo quedarse en el estado de confusión y convulsión.
³ Lo que quise decir que su nombre ya decía mucho era que remitía a Santiago de Compostela, al apóstol y a la ciudad gallega donde peregrinan muchas personas en búsqueda de un fin espiritual; hallar su objetivo en el planeta tierra. Digamos que este lugar también pueda ser como un rites of passage, un viaje donde te separas de lo que supuestamente eras, luego te adentras a un espacio liminar, donde en este caso Santiago pasará miles de experiencias por medio de sus aventuras, y por último pasaremos a la etapa de la agregación, donde se forma un nuevo ser o también puede darse el caso en que no haya ningún tipo de cambio. Si se quiere saber más de esto, léase a su estudiador Arnold Van Gennep.
⁴ Paro hasta aquí porque quise regresar con el personaje inglés que de alguna le transmite ideas y conocimientos a Santiago, así realizando una sutil transformación del personaje; sea porque tal vez fue un evento el cual formó todo una pieza de rompecabezas que crearon una metamorfosis del personaje o sea porque en verdad tuvo mucha influencia el inglés hacia el joven pastor.
⁵ Lo que trato de decir es que Paulo Coelho, aunque trate de narrar un mundo árabe, lo ve con ojos muy occidentales, tanto así que este nombre en particular tiene un tinte diferente al contexto islámico el cual rodea la historia en general de la novela. Creo que sería muy propio darle una buena hojeada a libros de Edward Said como Orientalismo –principalmente su introducción, vaya- e Imperialismo, para enriquecer este criterio que reflexiono.
⁶ Todo el subrayado es mío; fue para resaltar aquél posible rechazo hacia una cultura oriental que al parecer expresa la novela en su epílogo, y en cambio de eso recalca el amorío con Fátima, como si ella representara a la religión católica que trajo paz y amor a Santiago al encontrar su tesoro.
⁷ Este fue un trato de probar mis habilidades matemáticas. Sin embargo, probablemente mi lógica para comunicarle a usted, lector, este planteamiento, puede fácilmente confundirle o incluso percatarse de que pueda tener un error.
⁸ En este caso de evolución o mejoría, me imagino que es muy debatible, por eso espero poder trabajar más este tema con otras novelas o incluso en ensayos más simples pero más condensados a la vez.