Nosotros no ponemos aranceles, no visitamos a otros presidentes o embajadores, no somos parte de la ONU, no decidimos qué leyes poner o quitar, no damos la cara por la nación en noticias de diplomacia y/o política, como tampoco ponemos o quitamos o impuestos; ni tampoco generamos programas para el sector público.
Tanto como una regeneración judicial, legislativa y de curules ES TAN O MÁS importante que lo que haga cada ciudadano. El extremo escepticismo nos lleva a la confusión y al abandono; el fanatismo nos acorrala entre la ceguera y la violencia. A veces tenemos que tomar decisiones, aún cuando éstas no nos convengan por completo.
Planten la semilla de la duda en todo momento… Y nunca cosecharás respuestas.
Construyan torres de necedad y tiranía, y ésta tarde que temprano caerá sobre sus constructores y mirones.
Decídanse, hagan algo, a veces muérdanse la lengua, equivóquense, apuesten por algo, pero no se queden convencidos en solamente refutar o blindarse los ojos.
A ponerse de acuerdo y sugerir cambios.