Una plática amena sobre la autoedición en mi vocación escritural.
Por Diego A. Moreno
No saben qué tanto me costó escribir sobre un artículo de autoedición. ¿Qué paradoja, verdad? Yo que me la paso escribiendo textos para mis blogs, este ejercicio de la escritura se me ha hecho difícil a la hora de volverlo un hábito, una disciplina. Hablo y escribo con desparpajo, y eso no combina bien cuando uno tiene que encontrar cierta fineza en cualquier tipo de trabajo literario; por eso, amigos, no opten por las malas costumbres y vicios del lenguaje, como la falta de uso de la «h», porque, aunque sea muda, es importantísima para diferenciar unas palabras de otras que en la oralidad suenan igual; o también los queísmos, los perismos, y otros ejemplos más.
Gravísima es la falla si se cree que uno debe de reproducir literalmente el lenguaje oral en el literario. Aunque la cadencia de la oralidad pueda ser seductora…
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