Cuento pre- y post-apocalíptico un tanto majadero (practicando el caliche hondureño) | Cuento (Terror, Humor)

Recuerdo la santa mecida que le dieron a ese man, que, maje, yo creí que vos lo habías visto también. Uf, un rotundo escarmiento.

Todo empezó cuando ese man estaba repleto de alcohol y yo acababa de salir de mi oficina; pero qué oficina, digo, del cubículo ese de dos por dos. Yo no escuchaba ni papa, con cara y pinta de socado, como si me importara una puñeta lo que pasara fuera de mi realidad de oficinista.

Pero puuuta.

Llegaron esos manes extrañísimos  y éste borrachín los increpó porque le obstruyeron el paso.

—¡Eh, culeros! —les gritó a los manes, estos, así como los pintan, con caras de máscaras sin ojos.

Ahí me detuve, porque la palabra «culero» siempre me cala, aún cuando esté dormidito, ahí, ronquidos de bebé y toda la cosa. Me quité los auriculares: no escuché nada de los manes. Sólo un sonidito extraño, ultrasónico. Creo que originalmente iban hacia mi dirección.  También pensé que era un rebane de un adelantado jalogüín.

—So… Qué, ¿me miran muy guapo o qué?

Le quise decir al briago que “¡Vos sos demente, esos no son manes normales!”, pero era tarde y yo ni de pedo abría la boca para hacerme el héroe. Entonces, los manes cambiaron su objetivo, se fueron contra el maje pasado de copas, y yo quise correr; ¡y no pude! Estaba encadenado de miedo hacia el suelo. Era como una pesadilla que creí simple historia de terror del Internet.

Los manes lo rodearon como cónclave del infierno, acusándolo con sus miradas artificiales.

Y en eso se saca la pija el condenado borrachín.

—¡Ah, quieren polla, putos! Watchen ésta, chasta bravos… ¡Tomen polla…!

Creo que ese man ya no podía hablar mucho, terminó ahogando sus últimas palabras y los otros se le acercaron más y más, hasta que lo tocaron con puños de acero, así por largos minutos. Pije castigo que le dieron a ese man… Y pude haber sido yo.

Por eso, en cuanto mis piernas reaccionaron, corrí enpijado, sin más qué pensarle.

Ese día, después de que ver las noticias en las redes sociales, salió la nota de que el mundo había caído en el poder de humanos de otro universo, uno cuasi-futuresco, y estos habían conquistado cada pináculo del poder de nuestro planeta, ya que el mundo en el que ellos vivían, pues, de algún modo misterioso desapareció.

De ahí, sabés, ya no he vuelto a salir de este búnker, por eso le dejo a vos dejo el poder de salir y encontrar víveres para sobrevivir este hijueputa Apocalipsis, porque yo ni loco salgo.

Espera… ¿Tú hiciste ese sonido?

¿No…?

Mierda.

Anuncio publicitario

Deja un comentario

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s