Los dioses pueden ser blancos y altos; un que otro chapo, cabello ralo.
Los dioses también pueden ser morenos, más alegres, pero éstos tienden ser súbditos de los blancos, aun cuando no lo sepan.
Los dioses pueden ser del color de la obsidiana, aún bellos e impactantes, son los últimos en jerarquía…
¿Por qué? Los dioses blancos tienen la respuesta.