Y cómo…
¿Cómo hacer transfusiones de ideas, pensamientos? Conciencias mezclándose con las consciencias; el dialogo eterno sujeto a parámetros naturales y sociales; la copulación de conceptos y moralinas.
La educación es la que permea en todo, es tanto la guía y forjadora de realidades que hemos utilizado para degenerar o destruir.
Hubo un tiempo, cuando las máquinas resurgieron, donde se creó el mismo sistema educativo de hoy, pero eso debió de alojarse a una etapa, no una célula cancerígena que nunca muere y ésta se esparce como virus opresor que no permite trascender.
Transfusión de las ideas…
Filosofía…
Tenemos que compartir, pero también cambiar; hemos de transformarnos para sobrevivir, o nos condenamos como especie, llevándonos con nosotros al mundo entero.
Es nuestro deber el cambio de cómo se imparte la educación, además de tumbar la oligarquía que nos sojuzga como sus súbditos en una misión destructiva de la cual ellos solamente disfrutan en plenitud.
Y así se extinguen especies florales.
Se extinguen especies animales.
Desaparecen las ideas más bonitas…
Ya ni Platón ni Nietzsche estarán para ayudarnos, porque estacionarnos como estamos, es nuestra extinción. ¿Es lo mejor que pueda pasar? Tal vez, si así nomás se tratara de nosotros. Pero no. Somos seres responsables de nuestro entorno y nuestras consciencias se limitan a lo que incumbe a nuestros placeres. El voraz hedonismo nos desintegra lentamente.
Antes evolucionábamos biológicamente, ahora nos compete la evolución mental, psicológica, de consciencias; ya después, en un ratito, veremos si es bueno cambiar un ojo defectuoso por uno biónico, porque si seguimos igualitos como especie depredadora, qué importan los soluciones temporales de la carne, si la mente está podrida.
Educación… Educarnos. Cambiar la educación.
Cambiar.
Trascender nuestras consciencias.
Si supiéramos (sintiéramos) lo tan bien que podríamos estar comunicados como especie, muchos males se resolvieran de un día para otro.
Chancla Azteca 