Tal vez el mejor cómic y obra literaria sobre zombis, supervivencia y deshumanización.
Todo un drama postapocalíptico.
Crudo.
Violento.
Cruel.
Aunque, vaya, siempre al final de cada capítulo queda cierto resquicio de esperanza, de otra manera poca mentalmente sana lo leería.
The Walking Dead, de Robert(o) Kirkman, podría asimilarlo como análogo a la saga de Una canción de hielo y fuego —o Game of Thrones, para los fans de la serie televisiva— de George R. R. Martin, porque, para que entiendan, aquí muere medio elenco sin que tú tengas descanso alguno, poniéndote en las antípodas del bienestar emocional para darle una abrazo a una linda depresión o crisis existencial. Sin embargo, esto no es gratuito, ya que Kirkman ha intentado simular un mundo ajeno al nuestro, pero a la vez muy inherente a la verdadera pureza humana cuando los factores nos ponen en situaciones extremas, así sacando nuestro Dr. Jekyll o Mr. Hyde en un mundo lleno de zombis.
Se pudiera decir que en esta saga nadie es ni tan bueno ni tan malo, tal como es la vida, un mundo lleno de matices morales, pero nunca completamente blancos o negros.
Por último, si sufres de depresión, te recomiendo que todavía no leas estos cómics, porque POR SUPUESTO vas a empeorar. O coméntalo antes con tu psicólogo, capaz y ella o él te lo permitan mientras te tomas tus suculentos Prozacs.
De otro modo: ¡¿qué esperas?! ¡Vas a ver muchos sesos, vísceras y humanos violentos con sed de venganza, y miles de viñetas que te van a dejar loooco!
Y con ganas de comer cerebros.
Chancla Azteca 