La última dona de Rubén, cuento publicado para Ars Nebulae.
Arriba de un cerro, en un bello atardecer, Rubén Miramontes come una dona mientras ve un pintoresco cielo azul y carmesí. Las notas que apuntaba en su memoria que si va a ir a Europa el próximo año, que si se operaría el pene, que si se cambiaría el color de los ojos…
Hasta que un rayo de luz fuera de este mundo lo deja ciego por unos segundos. Algo cae. El suelo tiembla. Recobra poco a poco su vista. La tierra se está agrietando.
—Chingada madre, ¿de dónde vino esa puta luz…?
Se pregunta Rubén cuando.
Una aeronave ha aparecido en aquel cuerpo celeste que carece de color. Una aeronave monstruosa.
La dona de Rubén cae.
Rubén corre. Corre y corre.
“¿Es un sueño? ¿Esto es un puto sueño?”, Rubén se pregunta, “¡A la madre! Otra de esas pinches naves!”; su respuesta no tarda en llegar cuando tropieza, cae…
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